Creadores prácticamente del heavy metal, Black Sabbath es quizá,
junto a The Beatles y Led Zeppelin, la banda más influyente en la
historia del rock and roll. La incorporación de letras de corte siniestro
(ocultismo y terror) y guitarras afinadas de modo más grave en sus temas, crearon
sin duda escuela y una infinidad de imitadores. Algunos casi tan buenos como
ellos y otros muchos del montón. Ozzy Osbourne,
su vocalista por excelencia (aunque Ronnie James Dio lo hizo magnífico durante
su etapa con la banda), también impuso un estilo. Extravagante y amante de los
excesos, conocido entre otros apelativos como The Prince of Darkness, posee una voz particular y me atrevería a decir que incluso
inquietante. Siempre en el ojo del
huracán de escándalos extra musicales, creo que nadie sabría explicar, con un
mínimo de coherencia, cómo es que continúa vivo y en activo hasta el día de
hoy. En “La edad del rock and roll” hay una curiosa pandilla de jóvenes a la
que pretenden entrar dos de los protagonistas. Amantes del hard rock y el heavy
metal, una de las características de sus miembros es la de no utilizar sus
nombres de pila para comunicarse, de modo que, en sustitución de sus nombres
propios, han adoptado el de cantantes del género. ¿Y qué otro nombre podía
adoptar su líder sino el de Ozzy?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario