sábado, 13 de agosto de 2011

La poética de Mamet (III)

Más sobre la poética de David Mamet, recogida en su libro Los tres usos del cuchillo (Alba Editorial, 2001):
  • "La progresión hacia el clímax, el desenlace, la conclusión, acelera, pues, el ritmo. Una vez nos han planteado los hechos, nuestra atención se centra. Ahora sólo nos resta observar nuestro avance hacia el objetivo y la incursión ocasional del impedimento anómalo, del giro atípico del argumento".
  • "Cuando el público ha prestado o entregado transitoriamente su atención es sencillo intercalar un elemento ajeno, ya que lo aceptará como algo esencial hasta el momento que se demuestro lo contrario".
  • "La introducción del elemento ajeno es un comportamiento poco frecuente en el primer acto, cuando la luna de miel aún está vigente (se ha observado a menudo que cualquiera puede escribir un primer acto), pero esa misma introducción no es en absoluta atípica en el segundo acto".
  • "Cuando se levanta el telón tenemos la atención del público; los autores no debemos hacer nada. Pero transcurrido un rato, si el argumento no irrumpe con fuerza, los espectadores se pondrán a bostezar o a comer palomitas. Por eso es muy común intercalar un elemento ajeno en el segundo acto de la obra".
  • "El público quiere que le estimulen, que le confundan, que le defrauden a veces para poder quedar, finalmente, satisfecho. Por eso necesita que el segundo acto termine con una pregunta".
  • "Enterrar el final en el principio (el logro supremo del drama) resulta algo más difícil: significa que en el término medio debe emerger lo previamente insospechado, y, al emerger, debe hundir al protagonista (y al artista) en el abismo de la desesperación: 'Estaba preparado para todo menos para esto'. De la desesperación debe nacer la decisión de terminar el periplo".
  • "Una parte del viaje del héroe es que éste (artista/protagonista) debe cambiar radicalmente de parecer, por la fuerza de las circunstancias o por la fuerza de la voluntad. El héroe debe remozar su concepción del mundo y este cambio puede dar como resultado una obra artística con mayúsculas".

domingo, 7 de agosto de 2011

Lucía y la muerte


"¡Un ataúd! En una plaza concurrida; la gente pasando a mi alrededor. Algunos se acercan y me ven con ojos tristes. Yo intento hablarles pero las palabras no salen de mi boca. Intento levantarme y ninguno de mis músculos responde a estos impulsos. Me pregunto entonces ¿es posible estar muerto y ver cómo la vida sigue su paso sin ti? Y observo cómo la gente, en su torpe prisa, va dejando a un lado lo que es realmente importante. Es entonces cuando me inunda una gran tristeza puesto que tengo la certidumbre de haber vivido como ellos".

Diálogo de Lucía extraído de "Pieza para dos actores"

miércoles, 3 de agosto de 2011

Piglia y los premios literarios


"Los premios son incómodos, porque en la literatura no se hace una jerarquía. La literatura no responde a la idea deportiva de que hay un escritor número uno, dos, tres o cuatro. Esa es una tentación del mercado: el mercado intenta ordenar lo que la cultura desordena o lo que la cultura pone en crisis. El mercado tiene siempre que pensar que hay un solo escritor o dos escritores por país; y toman los premios como una definición. No creo que los premios van a legitimar la obra de un escritor. En ese sentido, el premio es una sensación de incomodidad".

Fuente: Diario El Universal